En el perfume Hugo Boss Bottled, La receta es más o menos ésta: una estructura oriental amaderada genérica se adorna con cítricos, especias, frutas jugosas y flores discretas. El resultado es una fragancia atractiva y dinámica, fresca y cálida a la vez.
La primera impresión es dulce y densa pero simultáneamente también se revela jugosa y expansiva. Predomina el acorde de manzana roja con canela, aligerado con trazas de bergamota, limón y un pequeño toque de ciruela.
Poco a poco más especias van ganando destaque y los tonos cítricos se suavizan. Esa calidad gourmand más seca tan característica de su identidad olfativa conquista más espacio.
Un reconfortante olor a tarta de manzana o apfelstrudel aparece sin caer en un estereotipo infantil de golosina.
A partir de este punto el clavo de olor se entremezcla con notas florales de aroma herbáceo y picante como el geranio y la esencia de tagetes (clavel).
El geranio y el clavel son, por así decir, las más masculinas de las flores. Le hacen un gran contrapunto a las notas más dulces, afrutadas y femeninas del conjunto.
Esta faceta más masculina sigue creciendo según pasa el tiempo mientras aumenta la presencia de maderas: algunas muy utilizadas en perfumería como la madera de sándalo y la de cedro, el vetiver, y a las que se añade la madera de olivo y la vainilla.